
En esta historia, María aprovecha una circunstancia puntual, ser invisible, para mejorar la convivencia de sus vecinos de Pueblo Verde y Pueblo Azul. La protagonista logra que sean capaces de convivir, de ser amigos, de respetar tanto a los animales como a las plantas y, finalmente, de que la acepten a ella aunque sea diferente. Este cuento muestra a nuestros alumnos que el respeto es la base para una convivencia pacífica.
Encarna y Ángel han invitado a sus alumnos a reflexionar sobre este cuento, guiándoles con preguntas sencillas y haciendo que sean ellos mismos los que, partiendo de sus propias vivencias, se den cuenta de la importancia de aceptar a los demás tal y como son, de respetar lo que nos rodea y de la repercusión que esa actitud tendrá en ellos como miembros de una comunidad.
Después de este ejercicio de reflexión, han coloreado una flor en la que también han escrito un mensaje. Por último, cada curso ha subido a la biblioteca, donde a partir de hoy podemos disfrutar de unas coloridas macetas llenas de estas flores cargadas de mensajes positivos.
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